A US$300 millones ascendió la Pesca Ilegal, No Declarada y No Reglamentada (INDNR) en las aguas de jurisdicción chilena en 2017, de acuerdo con el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca). Este monto no solo deja de ingresar a la economía formal, sino que también pone en riesgo los stocks de las pesquerías chilenas al no ser declaradas en las capturas en las estimaciones de biomasa disponible.

A nivel global, la pesca ilegal roba a los océanos 26 millones de toneladas de productos pesqueros al año, con un valor aproximado de US$23.000 millones. Esta práctica constituye una seria amenaza contra la conservación efectiva de los recursos pesqueros, la restauración de las poblaciones de peces agotadas, el sustento alimentario e ingreso familiar, y una pérdida para la economía nacional.

La pesca ilegal no plantea únicamente un problema a nivel nacional, sino que tiene ribetes internacionales, ya que ocurre en aguas de la Zona Económica Exclusiva (ZEE), así como en alta mar. La pesca ilegal es una de las actividades ilícitas transnacionales más lucrativas a nivel mundial y ocupa el octavo lugar entre los delitos transnacionales globales, ya que alcanzó ingresos estimados entre US$15.000 millones y US$36.000 millones en 2017, según Global Financial Integrity.

Esta actividad puede contribuir al colapso de las pesquerías locales y causar un enorme perjuicio a la pesca artesanal. Incluso puede estar asociada con muchos otros delitos: tráfico de drogas, trata de personas, tráfico de armas y piratería, entre otras.

Uno de los instrumentos internacionales más importantes para hacer frente a este problema, es el Acuerdo sobre las Medidas del Estado Rector del Puerto (AMERP), impulsado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por su sigla en inglés) para eliminar la Pesca INDNR, que Chile ha ratificado.

Para visibilizar con mayor énfasis esta amenaza, el pasado 5 de junio se celebró por primera vez el Día Mundial de la Pesca Ilegal. La fecha fue elegida precisamente por el aniversario del Acuerdo que entró en vigor en 2016. El AMERP es el primer acuerdo internacional vinculante dirigido de forma específica a combatir la Pesca Ilegal, No Declarada y No Reglamentada. Hasta el momento, son partes del acuerdo 54 Estados y la Unión Europea, y muchos han comenzado ya a aplicar sus disposiciones.

Este día internacional fue una oportunidad para destacar los esfuerzos que se llevan a cabo a nivel mundial, regional y nacional para combatir la pesca ilegal, reconociendo los esfuerzos de los países miembros, organizaciones de pescadores, organizaciones de la sociedad civil, la industria pesquera y los grupos de consumidores para subrayar la importancia de la lucha contra la pesca ilegal en este día internacional.

El Estado chileno, por su parte, ha fortalecido la institucionalidad de control y fiscalización, aumentando la dotación de personal del Sernapesca, a través de leyes que desincentiven los ilícitos en la pesca, haciendo la normativa más estricta y sancionado a los actores en toda la cadena productiva, no solo a los productores. Asimismo, Chile es parte de los países fundadores de la Red Regional apoyada por FAO de Intercambio de Información y Experiencias entre países de la región para combatir la pesca ilegal.

En definitiva, la pesca ilegal no es un problema meramente interno sino transnacional, pero además es un problema cuya solución no depende exclusivamente del accionar del Estado sino del comportamiento del consumidor. Por tal motivo, si bien se han logrado grandes avances en la lucha contra estas prácticas ilegales, es imperativo concientizar al público sobre la importancia de exigir productos provenientes de pesquerías sostenibles y de procedencia legal, en lo cual el consumidor cumple una función clave.

Fuente: http://www.aqua.cl/columnas/la-pesca-ilegal-chile-problema-mas-alla-nuestras-fronteras/#